A Observar:

"Pequeños relatos, música, diversión, compañía, y tranquilidad"

domingo, 1 de enero de 2012

La música le da sentido a mi vida

jueves, 14 de octubre de 2010

Distancias.

Un día, Meher Baba preguntó a sus mandalíes:
- ¿Por qué las personas se gritan cuando están enojadas?
Los hombres pensaron durante unos momentos.
- Porque pierden la calma- dijo uno-, por eso se gritan.
- Pero, ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado? –preguntó Baba-. ¿No es posible hablarle en voz baja? ¿por qué gritas a una persona cuando estás enojado?
Los hombres dieron algunas otras respuestas, pero ninguna de ellas satisfacía al maestro Meher Baba. Finalmente, él explicó:
- Cuando dos personas están enojadas y discuten, sus corazones se alejan mucho. Para cubrir esta distancia, deben gritar para poder escucharse. Mientras más enojadas estén, más fuerte tendrán que gritar para escucharse la una a la otra a través de esa gran distancia.
Luego, Baba preguntó:
- ¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran? No se gritan, sino que se hablan suavemente, ¿por qué?... Sus corazones están muy cerca. La distancia entre ellas es muy pequeña.
Los discípulos lo escuchaban absortos y Meher Baba continuó:- Cuando se enamoran más aún, ¿qué sucede? Los enamorados no hablan, sólo susurran y se acercan más en su amor. Finalmente no necesitan siquiera susurrar, sólo se miran y eso es todo. Así es, observen lo cerca que están dos personas que se aman. Así, cuando discutas, no dejes que ambos corazones se alejen, no digas palabras que los distancien más. Llegará un día en que la distancia será tanta que ya no encontrarás el camino de regreso.

Maestra, ¿qué es el amor?

Uno de los niños de una clase de educación infantil preguntó:
  • Maestra… ¿qué es el amor?

La maestra sintió que la criatura merecía una respuesta que estuviese a la altura de la pregunta inteligente que había formulado. Como ya estaban en la hora del recreo, pidió a sus alumnos que dieran una vuelta por el patio de la escuela y trajeran cosas que invitaran a amar o que despertaran en ellos ese sentimiento. Los pequeños salieron apresurados y, cuando volvieron, la maestra les dijo:

  • Quiero que cada uno muestre lo que ha encontrado.

El primer alumno respondió:

  • Yo traje esta flor… ¿no es hermosa?

A continuación, otro alumno dijo:

- Yo traje este pichón de pajarito que encontré en un nido… ¿no es gracioso?

Y así los chicos, uno a uno, fueron mostrando a los demás lo que habían encontrado en el patio.

Cuando terminaron, la maestra advirtió que una de las niñas no había traído nada y que había permanecido en silencio mientras sus compañeros hablaban. Se sentía avergonzada por no tener nada que enseñar.

La maestra se dirigió a ella:

  • Muy bien, ¿y vos?, ¿no encontraste nada que puedas amar?

La criatura, tímidamente, respondió:

- Lo siento, seño. Vi la flor y sentí su perfume, pensé en arrancarla pero preferí dejarla para que exhalase su aroma durante más tiempo. Vi también mariposas suaves, llenas de color, pero parecían tan felices que no intenté atrapar ninguna. Vi también al pichoncito en su nido, pero…, al subir al árbol, noté la mirada triste de su madre y preferí dejarlo allí…

Así que traigo conmigo el perfume de la flor, la libertad de las mariposas y la gratitud que observé en los ojos de la madre del pajarito. ¿Cómo puedo mostrarles lo que he traído?

La maestra le dio las gracias a la alumna y emocionada le dijo que había sido la única en advertir que lo que amamos no es un trofeo y que al amor lo llevamos en el corazón.

El amor es algo que se siente.

Hay que tener sensibilidad para vivirlo.

martes, 10 de agosto de 2010

¿Qué pasó con nuestra capacidad imaginativa, con esa fantasía que volaba libremente?

En alguna parte se perdió, esas pocas neuronas que almacenaban cada pequeño detalle de un cuento fantástico, se extraviaron, se evaporaron, desaparecieron sin dejar huellas.

Nadie está muy interesado en encontrarlas, ni menos aún en resucitarlas.

La televisión con sus imágenes y sonido, ha extirpado esa parte del cerebro donde estaban insertas, hemos sufrido una lobotomía indolora, una auténtica castración mental, que nos dejó con una sonrisa bobalicona en los labios esperando que alguien nos diga cosas concretas, y así somos felices, nuestra categoría es la de un delta menos en el Mundo Feliz de Huxley.

Este blog es algo así como una Clínica de Rehabilitación de la Fantasía, para aquellos que creen que pueden recuperar algo de la imaginación perdida en el espacio y en el tiempo. Esta difícil terapia se ha reforzado con un remedio natural infalible, el sentido del humor fino y delicado, que produce una leve sonrisa, no la carcajada grosera y estrepitosa que acostumbramos a oir como una demostración de alegría en nuestra sociedad actual.

miércoles, 30 de junio de 2010



  • La problematización:"Cuando damos más de lo que recibimos"

Hoy quiero hacer énfasis en un hecho mas puntual, que nos sucede o nos sucedió a la mayoría de las personas en función del amor.
Cuando empezamos a conocer a una persona, al principio, obtenemos de ella los mejores adjetivos calificativos, claro, enseguida no van a resaltar esos defectos que luego vamos a
descubrir. Nos hacemos la imagen de que es una persona IDEAL para nosotros, pero a medida que pasa el tiempo, nos damos cuenta que no es tan así.
Empezamos a interactuar má
s con el paso de los días y hasta tal vez ya comencemos a sentir algo "especial" por esa persona.
Ya dimos el primer paso, ambas partes expres
ó lo que sentían uno al otro. Y ahora? Y ahora vienen las preguntas..
Qu
é somos? Qué tengo que hacer? Puedo estar con otra persona, si el chico que me gusta dijo que yo le gustaba? Querrá empezar una relación?
Son preguntas que se formulan, que nos cuestionamos, a causa de una "confusión" que se genera en nuestra cabeza. Por eso, lo mejor y recomendable, ser
ía aclarar los "tantos" al principio, exponer lo que cada uno de los dos piensa y siente SERIA IDEAL... pero, como todos sabemos, no es fácil, se nos hace difícil, por miedo. Miedo a que la otra persona no nos tome en serio, miedo a que crea que vamos muy rápido, miedo a muchas cosas.. y en algunos casos, existen personas que prefieren quedarse con sus preguntas en su cabeza, y seguir con esa "confusión", u otras, que eligen ir al frente, con toda la transparencia del mundo, a esperar la respuesta que quieren escuchar, leer, de ese chico/a. Sería Genial que la otra persona, la que tanto nos interesa, nos de esa seguridad que necesitamos para empezar a confiar, y para pensar que es ella o el, la persona con la cual queremos estar, y así, afirmar que realmente es la correcta, pero.. lamentablemente, no siempre las cosas se dan como queremos que se sean.
Pero el tema de los cuestionamientos no es lo único que nos preocupa.. Una vez que dimos el otro paso, avanzamos de casillero, comenzamos a notar determinadas cosas, nos importan pequeños grandes detalles, que para la otra persona son mínimos. En un principio, nos acostumbró
a hablarnos todos los días. Llega un día, que no lo hace mas. Y nosotros.. "Huy, no me hablo!" "Estará enojado?" Qué le hice?" y empezamos a maquinarnos la cabeza de tal manera, a tal punto que hasta algunas personas comienzan a angustiarse o le cambia el humor sin ningún motivo alguno. Puede haber muchos motivos por el que esa persona nos dejó de hablar, pero hay uno solo que le pasa a muchas personas, que les cuesta expresarse y no son de demostrar sus sentimientos, que es cuando la otra persona está pidiendo mas interés, afecto, en la "relación". A veces, cometemos el error de esperar que la otra parte se preocupe siempre por nosotros, y nosotros mismos no hacer nada por la otra parte, todo un "trabalenguas", pero un "trabalenguas" muy usado en la vida cotidiana por todos nosotros. Entonces es ahí cuando nos damos cuenta que necesitamos brindarle mas cariño y afecto, que necesita mas de nosotros, y lo manifiesta de distinta maneras, como por ej, esperar que nosotros le hablemos, le mandemos mensajes, mails etc. Lo entendimos, y es ahí cuando empezamos a actuar de diferente manera.
Una vez que pasamos por esa fase no tan complicada, viene una fase común e irritable.. Los celos.
Los celos, los problemas de todos los hombres y todas las mujeres. Hay personas, que son celosas, pero no lo demuestran. Es un error muy grande, ya que acumulan cosas, se pueden llegar a sentir mal, raros y hasta la otra persona lo puede llegar a sentir diferente y toca el día en el que explotan, y es mucho peor. Pero hay otras que s
í expresan sus celos y hasta comienzan a sentir celos de cualquier persona que no conozcan, o de alguien que observen que está cerca de él/ella. Empiezan a odiarla, y a hacerle mala reputación sin ni siquiera conocerlo/a. Sienten dudas, dudas de quien es, qué hace, cómo se conocen y millones de preguntas que no adivinan si no conocen a ese alguien que sienten que estorba en este mundo, pero sobre todo, la duda de "le pregunto quién es?, no, mejor no, total yo no soy nada de él y no tengo por qué reprocharle".
Eso ultimo,
"yo no soy nada de él y no tengo por qué reprocharle", es a causa de lo que hablamos en la introducción, de los cuestionamientos del QUÉ SOMOS?, y de la aclaración de los sentimientos de ambas partes. Hay veces, que no se necesita cuestionarse eso, y que ya se sabe desde un principio.. pero otras veces, generalmente, el chico o la chica, no expresa lo que siente, o directamente no le importa tanto como le importa a la otra persona, y nosotros no sabemos como actuar, ni qué hacer, y es entonces, cuando dejamos que fluya o de que se de cuenta de que nos pasa.
Pero,también, pasa por la confianza. Se supone que debemos confiar en la otra persona, ok, lo hacemos.. pero que sucede cuando NO confiamos en el pibe o la piba que "estorba"? Ahí, es cuando,
él o ella tiene que estar, como bien dijimos antes, para darnos ese "empujón", para sentirnos aliviados, y confirmar, que la persona con la que estamos, es una persona leal, y a pesar de los celos, seguir confiando en ella/él como el primer momento.
En fin, hay millones de problematicas en una relación, pero cada una de esas problem
áticas tienen solución, y pesar de nuestras dudas, celos, problemas y miles de cosas que pasan cuando uno encuentra el amor, todos sabemos, que esa persona nos hace bien. De diferente maneras, de diferentes formas, pero nos saco una sonrisa de la cara, más de una vez y siempre va haber un motivo, por el cual le estaremos agradecidos, SIEMPRE.
Por eso, es mejor quedarse con los momentos positi
vos, felices, de alegría, y olvidar esos malos momentos, y que nos sirvan de experiencia. Porque de las experiencias aprendemos, y de esos aprendizajes crecemos, y crecer es saber afrontar diferentes situaciones que se nos presentan en la vida, y la vida no es larga y hay que disfrutarla.

domingo, 27 de junio de 2010


Ernesto Sábato
  • Nace: 24 de junio de 1911
  • Lugar: Rojas, Buenos Aires, Argentina


Biografía: Escritor, ensayista, Doctor en Física y artista plástico argentino, de prolífica obra caracterizada por el profundo contenido intelectual. Ernesto Sábato fue el décimo hijo de una familia de inmigrantes italianos. Cursó sus estudios primarios en una escuela de su ciudad natal y en 1924 viajó a la Ciudad de La Plata pare realizar sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de La Plata, egresando en 1929 y siguiendo la carrera de Ciencias Físico-Matemáticas en la Universidad. Durante su paso por la facultad, Ernesto Sábato fue un activo militante comunista, siendo Secretario General de la Federación Juvenil Comunista y viajando dos años a las Escuelas Leninistas de Moscú, donde abandonó el congreso y se dirigió a París (Francia). En 1936 regresa a Buenos Aires y contrae matrimonio con Matilde Kusminsky Richte. Dos años más tarde, Ernesto Sábato obtuvo el Doctorado en Física y recibe una beca para realizar investigaciones en el Laboratorio Curie en París. En 1939 fue transferido al Massachusetts Institute of Technology (MIT), antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). En 1940 regresa a la Argentina y trabaja un tiempo como profesor en la universidad hasta 1939, donde se aleja en forma definitiva de la enseñanza y se dedica a leer, escribir y pintar. En 1945 publica su primer libro y recibe el primer premio de prosa de la Municipalidad de Buenos Aires y la faja de honor de la Sociedad Argentina de Escritores. En 1958, durante la presidencia de Arturo Frondizi (1958-1962), Ernesto Sábato es nombrado Director de Relaciones Culturales en el Ministerio de Relaciones Exteriores, renunciando al año siguiente por discrepancias con el gobierno. En 1975 recibe el Premio de Consagración Nacional de la Argentina, en 1978 le otorgan la Gran Cruz al mérito civil en España y al año siguiente es distinguido en Francia como Comandante de la Legión de Honor. En 1985 presidió la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) que publicó el informe Nunca más sobre la represión llevada a cabo en Argentina por los gobiernos militares desde 1976 a 1983. En 1995 fallece su primer hijo en un accidente automovilístico y tres años después su esposa. Actualmente reside en Santos Lugares (Buenos Aires), alejado de la lectura y escritura por prescripción médica y dedicándose a la pintura.

Algunas sabias frases de Ernesto Sábato:

  • Ser original es en cierto modo estar poniendo de manifiesto la mediocridad de los demás.
  • Lo admirable es que el hombre siga luchando y creando belleza en medio de un mundo bárbaro y hostil.
  • En la bondad se encierran todos los géneros de sabiduría.
  • A veces creo que nada tiene sentido.
  • En un planeta minúsculo, que corre hacia la nada desde millones de años, nacemos en medio de dolores, crecemos, luchamos, nos enfermamos, sufrimos hacemos sufrir, gritamos, morimos, mueren, y otros están naciendo para volver a empezar la comedia inútil. Seria eso, verdaderamente, ¿toda nuestra vida sería una serie de gritos anónimos en un desierto de astros indiferentes?
  • Siempre de lo bueno viene lo malo, y de lo malo, lo bueno.
  • Yo creo que la verdad es perfecta para las matemáticas, la química, la filosofía, pero no para la vida. En la vida, la ilusión, la imaginación, el deseo, la esperanza cuentan más.
  • Vivir consiste en construir futuros recuerdos.
  • Un creador es un hombre que en algo "perfectamente" conocido encuentra aspectos desconocidos. Pero, sobretodo, es un exagerado.
  • La razón no sirve para la existencia.
  • Leer les agrandará, chicos, el deseo, y el horizonte de la vida.

viernes, 25 de junio de 2010

El otro Yo


Se trataba de un muchacho corriente: en los pantalones se le formaban rodilleras, leía historietas, hacía ruido cuando comía, se metía los dedos a la naríz, roncaba en la siesta, se llamaba Armando Corriente en todo menos en una cosa: tenía Otro Yo.El Otro Yo usaba cierta poesía en la mirada, se enamoraba de las actrices, mentía cautelosamente , se emocionaba en los atardeceres. Al muchacho le preocupaba mucho su Otro Yo y le hacía sentirse imcómodo frente a sus amigos. Por otra parte el Otro Yo era melancólico, y debido a ello, Armando no podía ser tan vulgar como era su deseo.Una tarde Armando llegó cansado del trabajo, se quitó los zapatos, movió lentamente los dedos de los pies y encendió la radio. En la radio estaba Mozart, pero el muchacho se durmió. Cuando despertó el Otro Yo lloraba con desconsuelo. En el primer momento, el muchacho no supo que hacer, pero después se rehizo e insultó concienzudamente al Otro Yo. Este no dijo nada, pero a la mañama siguiente se habia suicidado.Al principio la muerte del Otro Yo fue un rudo golpe para el pobre Armando, pero enseguida pensó que ahora sí podría ser enteramente vulgar. Ese pensamiento lo reconfortó.Sólo llevaba cinco días de luto, cuando salió la calle con el proposito de lucir su nueva y completa vulgaridad. Desde lejos vio que se acercaban sus amigos. Eso le lleno de felicidad e inmediatamente estalló en risotadas . Sin embargo, cuando pasaron junto a él, ellos no notaron su presencia. Para peor de males, el muchacho alcanzó a escuchar que comentaban: «Pobre Armando.Y pensar que parecía tan fuerte y saludable».El muchacho no tuvo más remedio que dejar de reír y, al mismo tiempo, sintió a la altura del esternón un ahogo que se parecía bastante a la nostalgia. Pero no pudo sentir auténtica melancolía, porque toda la melancolía se la había llevado el Otro Yo.